Una vez instalados en Dubrovnik nos acercamos a visitar
Trebinje ( una de las ciudades mas importantes de Bosnia) ya que tan solo se encontraba a 40 km. En la
frontera volvimos a triunfar con el fútbol y los policías Bosnios no tardaron
ni 10 segundos en darnos paso. La carretera que cruza por la montaña a través
de Brgat Gornji hasta Trebinje es muy
bonita pero mucho cuidado con no pararse a mear en el arcén porque anuncia
minas.
Trebinje defrauda un poco, nadie por las calles y poco que
ver.
Dimos una vuelta rápida y volvíamos hacia la frontera cuando
nos paro una pareja policías Bosnios. Glupsss!
y nosotros sin saber que habíamos hecho.
Del coche se bajo un policía que más bien parecía un preso
de película, peca, tatuajes en los dedos, gesto ajado y por supuesto sin saber ingles. Nos pidió
los papeles pero con la sensación de que nos los pedía por pedir algo, sin
ningún interés por ellos. Ya nos
veíamos pagando un no se sabe que cuando
nos dimos cuenta de que los que les despertó el interés fue la moto. Estaban
interesados en ella y por eso nos pararon. Esta no ha sido la primera vez en el
viaje. Un par de vistazos, hablaron entre ellos y nos dieron paso.
Volvimos a Dubrovnic y disfrutamos de toda una ciudad amurallada impresionantemente bien
conservada. Nos toco también compartir con ellos la entrada en la Unión
Europea. El 1 de julio de 2013 entra el euro en Croacia, pero paradójicamente
dos días antes nos resultó imposible
pagar en euros en muchos lugares del país.