¡Otra cama con colchón de muelles! Arggggg. A la mañana
nos hemos levantado temprano para salir a visitar el castillo de Bran. Realmente
este nos es el castillo de Vlad Tepes el Empalador, ese esta en el pueblo de
XXXXX Capataneni, si no el que utilizaron en el cine para rodar las películas
de Drácula. El castillo está muy cerca de Brasov, en media hora estábamos allí
dispuestos a pasar por vicaria, 2 leus hora el parking más 35 leus de entrada
al castillo. En una hora se puede visitar, y lo visitamos. Después continuamos
el viaje con idea de llegar a Sibiu por la Trasnfagarasan, una carretera
emblemática de Rumania. Esta está considerada entre las 10 mejores del mundo
para motear.
Salimos al mediodía con idea de parar a comer un menú
Rumani antes de acometer las doscientas curvas de la Transfagarasan.
Comimos en Campulung en un restaurante que ofrecía comida
tradicional, pero la verdad es que la comida tradicional rumani no da para
mucho. Bueno, igual es mucho decir, pero nosotros desde luego no hemos tenido
mucha suerte con la gastronomía.
Pagamos 100 leus por un menú para cuatro personas y
seguimos para adelante. Todavía tenemos ganas de probar ese menú de dia de 13
leus. No nos iremos de Rumania sin saber que nos ofrecen por ese precio.
Con la tripa caliente continuamos hacia la Transfagarasan,
aunque con dudas por el tiempo. Teniamos puestas muchas expectativas en la
carretera y la queríamos coger seca.
Fuimos avanzando hasta Curtea, donde cogeríamos las
Transfagarasan, pendientes del tiempo. Una vez allí, decidimos darle, el tiempo
parecía que iba aguantar y la carretera estaba seca. Además, para el día
siguiente la meteo tampoco estaba muy clara pero la tónica de estos días de
atrás nos decía que a las mañanas el tiempo solía ser mejor.
Empezábamos a subir y a la altura del lago apareció otra
vez la lluvia. Una pena, con la carretera mojada y los tacos de las ruedas las
curvas no se disfrutan igual.
Estuvimos dudando si parar o no, pero nada mas pasar el
lago la carretera estaba seca y parecía que ya no lloverá, y seguimos.
El tiempo mejoraba, pero la duda de si podríamos pasar
seguía ahí. Nos cruzamos con varios grupos de moteros que nos dijeron que no
podríamos pasar que la carretera estaba cerrada y cortada por desprendimientos
de nieve. Seguimos subiendo y justo al final, cerca de los 2000 metros
aparecieron las nieves en la carretera. Después de varios pasos raritos
llegamos al túnel final. 200m para cruzar al otro lado y la puerta cerrada. Solo
había una puertita abierta por la que circulaban las personas.
Mientras mirábamos como cruzar las motos nos dimos cuentas
de que una de las compañeras de viaje había desaparecido. Estuvimos 2 minutos
gritando su nombre cuando apareció comiendo un sándwich y con dos nuevos
compañeros de Madrid, Angel y Javier. Estaban alojados en un refugio de montaña
que estaba justo en el paso.
Estuvimos un rato hablando con ellos y con el guía y dueño
del refugio.
La verdad es que se estaba tan a gusto que decidimos
quedarnos a pasar la noche allí en vez de bajar a Sibiu.
Después de decidir que nos quedábamos fuimos a ver la
puerta del túnel para intentar pasar las motos al otro lado.
Soltamos las
maletas y miramos a ver si pasaba la gorda, la gs 1200. Justito pero paso,
detrás la Ktm 990.
Aprovechamos que se había quedado la tarde muy buena para
hacer una bajadita con la moto en la norte de la Transfagarasan.
La noche la pasamos pegados a la chimenea del refugio
tomando unos chupitos de un licor casero del regente.