Salimos
temprano por que ayer decidimos sacar billete de tren Guilim Hanzou para hoy a las
21h05. Pensamos en ir en bici tandem hasta Xianggong Hill, un mirador con vistas espectaculares sobre el
río Li.
Preguntamos en el Hostel varias cosas,
entre ellas, donde teníamos que coger el bus para ir a Guilin y que tal
estaba el camino para ir a Xianggong.
Nos aclaró que el bus en la central de autobuses, y para llegar hasta allí que cogiésemos el
número 5 de la línea urbana. Y respecto
a lo de ir en bici a Xianggong, que nos
lo quitaremos de la cabeza, que estaba
muy lejos, a 26 kilómetros, y que lo mejor era contratar una excursión en bus
desde el hotel por 100 yuans / persona.
De
primeras no nos pareció tanto, además,
teníamos tiempo hasta la tarde, y el día anterior estuvimos muy a gusto con el
tandem en la ruta que hicimos de unos 16 km. Miramos el GPS orux, y diseñamos
nuestra propia ruta circular.
Salimos
a las 9h y tras tres horas de más subidas que bajadas llegamos a Xianggong. El
camino transcurrió entre montañas, pueblitos pequeños y cultivos de arroz y
mandarinos. Sudamos la gota gorda, pero
mereció muy mucho la pena. Cuando
preparamos la ruta no nos dimos cuenta de que el orux no marcaba las curvas de
nivel, y elegimos el camino que nos pareció más interesante pensando que todas
las rutas serían planas como las de ayer. Pues no, la que elegimos iban por los
pueblos de altura, aunque luego volvimos por la carretera que iba pegada al río
Li, aguas abajo hasta a penas 6
kilómetros antes de llegar de vuelta a Yangshuo. Al final nos salieron 65 km, pero pudimos
visitar Xianggong Hill y pedalear junto a la orilla del río Li a su paso por
una de las zonas más espectaculares.
Track
Yangshuo 2.
A las
16h regresamos al hotel, con el tiempo justo para tomar una ducha e ir a la
central de autobuses. Cogimos como de
costumbre el bus urbano verde previo pago de un yuan y nos llevó hasta la
mismísima estación, su última parada.
Allí nos dirigimos a la taquilla y alucinados cuando la vendedora nos dijo que desde
allí no salía ningún bus a Guilin. Teníamos el cartel delante, estábamos viendo los horarios, y le volvimos a insistir. La mujer más borde aún si cabe nos dijo
"baisss, baisss ". Empezamos a preguntar a la desesperada y unas
estudiantes chinas nos dijeron que en Yangshuo hay dos centrales de bus, una al
norte desde donde salen a Guilin y otra en el sur, en la que estábamos. A la carrera cogimos el mismo autobús verde y
fuimos otra vez hasta su otra última parada. Estación norte. Según nos vayamos
una china con un walky en la mano nos medio asalto y nos monto en un bus que ya
estaba casi en marcha con destino Guilin.
Por fin
en el autobús, eran las 17h30 y teníamos
dos horas hasta Guilim, llegaríamos
hasta la mismísima estación de tren como nos dijo el vendedor de billetes de la
agencia. Exactamente, a las 19h30 estábamos
en la estación de tren de Guilin. Antes de comprar nada para el viaje decidimos
ir a comprobar si todo estaba correcto e identificar cual era nuestro andem de salida.
Cada
pasito que das en China con el idioma,
la ausencia de inglés, los gestos, diferentes y la escritura hacen que se
convierta en toda una aventura. Y es que cuando por fin conseguimos presentar
nuestro billete a una interventora nos dijo que ese tren no salía de allí. A
duras penas volvimos a entender que había otra estación más norte, la de Guilinbay,
y que era desde allí donde salía nuestro tren nocturno a Hangzhou. Sorpreson!
En China no puedes dar nada por hecho,
si te dicen que tal cosa sale de tal sitio, hay que preguntar - pero de cual? Aunque te
traten de tonto, no sea que luego si que se te quede cara de tonto cuando te
das cuenta de que realmente hay dos. Dos estaciones, de bus, dos estaciones de
tren, dos aeropuertos..
Aunque
andábamos con dos horas de margen nos empezamos a acojonar y salimos corriendo
otra vez a buscar algo o alguien que nos recorriese esos 6 kilómetros que nos separaban de nuestro
nuevo destino.
Nada
más salir del recinto nos asaltaron unos chavales ofreciéndose a llevarnos por
60 yuans persona en sus motos. Ni locos,
habíamos pagado 22 yuans por volver a Guilin desde Yangshuo y eso nos
pareció un auténtico robo. Puede que vieran lo desesperados que empezábamos a
estar. Decidimos pasar de ellos y negociar el precio con un tuc-tuc, accedió a llevarnos por 25 yuans por persona, caro también,
pero cuando tienes que llegar si o si es lo que te tienes que comer.
Ya en
el tuc-tuc nos sentamos y nos empezamos a relajar, aun teníamos casi dos horas para llegar hasta
la estación de Guilimbay, pero a los
cinco minutos se nos pusieron los pelos como escarpias cuando nos dimos cuenta
que el tuc-tuc iba a batería y tenía una velocidad punta de a penas 14 km/h.
Tardamos más de 40 min en salvar la distancia de 6 kilómetros, y llegamos con
el tiempo justo para localizar el anden
y comprar unas mandarinas.
El tren
chino arrancó puntual y con nosotros dentro. Para viajar en los trenes
nocturnos hay varias opciones , en
asiento (muy económico), en habitación
de seis literas de cama dura o en habitación de cuatro literas de cama blanda.
Nosotros habíamos elegido esta última opción, aunque el billete resulta algo
más caro, después de la experiencia que habíamos tenido en otros viajes
decidimos que bien valía la pena pagar esos 200 yuans más para un trayecto de
17h.
La
verdad es que el viaje resultó muy agradable y confortable. Compartimos habitación con una pareja china
de Shangai y agradecimos mucho, pero
mucho, el tener más espacio.
Ademas fue muy entretenido, con momentos picantes y todo.