A las
12h15, como estaba previsto, llegamos a Hangzhou.
Lo
primero que queríamos hacer era comprar billete a Shanghai para el día
siguiente. En China se suelen llenar los trenes y aunque hay con mucha
frecuencia, conviene asegurarse una
plaza.
Localizamos
las taquillas, hicimos una cola de casi
una hora, y conseguimos nuestro billete
en el tren bala Shanghai por 74 yuans persona. Este viene a tardar unos 40 minutos en
recorrer más de 150 km, teníamos ganas de probarlo, pero también hay otras opciones más
económicas. Se puede ir por unos 30 yuans persona pero tardando casi tres
horas.
Después
de comprar el billete, volvimos a
conectar El GPS orux para salir de la estación y buscar como ir hasta la zona
de hoteles del lago este. Salimos de la estación, dimos un par de vueltas mirando autobuses, y
descubrimos que la mejor manera de ir a donde queríamos era en metro. Con lo que volvimos a entrar, ya que hasta la misma estación de tren entra
una línea de metro. Sacamos los
billetes, 4 yuans persona, y en 20 minutos estábamos en el Lago
Este.
Anduvimos
un rato hasta el Youth Hostel International donde pensábamos alojarnos, pero cuando llegamos sus 398 yuans noche nos
invitaron a salir. Cerca, a unos 200
m, y pegado al lago también, encontramos
un hotel 7 days inn que tenía buena
pinta. Entramos, y sus habitaciones
amplias y limpias, y los 100 yuans menos nos sedujeron para quedarnos.
A la
tarde aún tuvimos tiempo para dar un paseo por el lago y observar como los
nuevos edificios ultramodernos estaban devorando poco a poco las antiguas
construcciones que lo rodeaban. Ya solo
quedan un par de casas viejas, y el resto de lo viejo que queda son pagodas y
edificios emblemáticos.
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