La huida de Errachidia

Nos montamos en la moto y salimos pitando del garaje del Sr X.
Cuando la moto entró en aquel "taller" tenia una pequeña fuga en el cardan, y cuando la conseguimos sacar chorreaba aceite.
Por muchas ganas que tengais de seguir con el viaje, mirar a vuestro alrededor e intentar ser consciente de lo que veis, plantearos si con la herramienta que veis pueden hacer algo más de lo que vosotros puedesis hacer con la que lleváis . Y si no es así, pasar de ellos y que no os engañen.
El mecánico que nos tocó a nosotros,  y se supone que era el bueno, en lo que era bueno es mintiendo. No tenía ni idea de como arreglar aquello, y su estrategia no iba más allá de desmontar la moto y ver lo que se iba encontrando. Estaba aprendiendo con la moto! Después de que desmontó la rueda nos dimos cuenta de eso.
Menos mal que durante todo el proceso no le perdimos ojo para que no rompiese o soltase nada que  no pudieramos montar.
Intentamos pararle un par de veces, porque la cosa se iba complicando, pero era imposible. Ya había regado el suelo  con el poco aceite que quedaba en el cardan y acabada de joder el tornillo que sujetaba la transmisión trasera.
Estaba empeñado en seguir diciéndonos que el tenia ese aceite, mentira, que podía hacernos ese tornillo,  mentira, y que lo iba a arreglar todo, mentira. Y además ahora contaba con el apoyo de sus colegas.
A las ocho de la noche empezamos a desmontar el cardan el y yo, y a las nueve ya estaban ocho más opinando, mirando y respaldando lo que el Sr X decía.

Cada minuto que pasaba era más difícil sacar la moto de allí. Aquella reparación se estaba convirtiendo en una auténtica agonía.
No gusta ver como despiezan tu moto sin ton si son.

Menos mal que aquel tornillo se resistía a soltarse. Le habían jodido la cabeza e intentaron hacer diferentes llaves con una radial, pero todas se pasaban de vueltas. Gracias Lotite, por sujetar aquello.
Al final, entre el Lotite y nosotros conseguimos para la "reparación ".
Después de un pequeña discusión el mecánico se disculpó, montamos la moto y sin pagarle los 600 dhs que habíamos acordado por la reparación.
Nos fuimos montados en la moto con la rueda medio suelta y sin apenas aceite hasta en hotel.
Allí nos esperaba el sevillano de la ktm.
Llamamos al seguro y pedimos una grúa para la mañana siguiente.

Se nos habían acabado los días en Marruecos pero sabiendo que teníamos la grúa y la moto lejos de las manos del ayatola de la mecánica cenamos entre risas y tranquilos.
Todo estaba en orden. Nada más lejos de la realidad.

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