Camping Huni – península Vatnsnes (focas) – Carretera 35 – Kiolur.


Nos comentaron que hay dos colonias permanentes de focas en la zona de Vatnsnes y que algunas veces también se podían ver cerca de la peculiar roca “catedral” de Hvitsekur. La mejor hora para verlas es dos horas antes y dos después de la marea baja, sin lluvia y sin mucho viento. Salimos del camping con intención de recorrer la perimetral de la península por la 711. Empezamos por la famosa roca y allí solo vimos una foca muerta, pero en las dos colonias sí que tuvimos oportunidad de fotografiarlas. Las dos zonas están señalizadas con un cartel que pone focas, y se encuentran muy cerca la una de la otra. Mas o menos a media altura en la cara oeste de la península de Vatnsnes. Acabamos el recorrido y volvimos a la carretera principal con idea de desviarnos al valle de Vatnsdalur para visitar cuatro cascadas que hay allí. Después de recorrer los 20 km de pista llegamos a una granja que se encontraba justo al final de la carretera. Allí nos atendió una amable islandesa que nos indicó el camino hacia las cascadas. La verdad es que era un bonito paseo de varias horas (11 km de ida hasta la ultima cascada) en un entorno increíble, pero nosotros no teníamos tanto tiempo. Queríamos llegar a cenar a Kjolur (en medio de la 35). Por no salir del valle tratamos de enlazar por rutas de montaña (pistas de tractores) el valle y la 35 pero a los pocos kilómetros tuvimos que darnos la vuelta y entrarle a la 35 desde la 1. A eso de media tarde llegamos al camping hotel de Hveravellir. El lugar guapísimo, y con acceso a una terma gratis que tal y como lo tenían allí montado nos parecía increíble. El camping es cutrísimo, pagas 1500 coronas por persona básicamente por dormir, no hay cocina, ni zona para estar y el wifi cuesta 400 coronas por 2h. Todo lo regentan desde el hotel del restaurante, que muy confortable sí pero 500 coronas un por té. También tienen colchones en habitaciones de literas a 7500 coronas persona, y esos si tienen derecho a cocina, aunque los baños son los mismo que los que hay para los campistas. Es decir, una ducha para todos los hospedados. La diferencia la marcan las habitaciones del restaurante, que tienen otros baños exclusivos para sus clientes y que rondan las 28000 coronas. Levantamos la tienda del Jimmy para dormir y no pegamos ojo, pasamos una noche de infarto. Nos cruzó una borrasca de oeste a este y desató unos vientos tan fuertes que pensábamos que íbamos a salir volando con coche y todo. Así que en un momento de tregua, nos apeamos de la tienda, y a eso de las 3 de la mañana volvimos a la 35 para continuar nuestro viaje. No fuimos los únicos en abandonar nuestra tienda, todos los que tenían maggiolina corrieron la misma suerte.








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