Después de una semana de infarto, por fin salimos.
Durante los últimos días estuvimos valorando que ruta
hacer, de qué manera cruzar Francia para llegar a Hungría. En un principio, la idea era entrar en Hungría
por Alemania y Austria, pero al final decidimos atravesar Francia por el sur y
entrar en Hungría pasando por Italia y Eslovenia.
Esta ruta no nos resultaba tan atractiva, pero la meteo
era determinante. Un buen amigo nos recomendó viajar por el sur, pegados a la
costa para evitar en la medida de lo posible las tormentas que iban a acechar
el centro de Europa en los próximos días.
Y así fue, salimos de Irun con riesgo de tormenta, pero
con la ropa de agua en las maletas, con la esperanza de no mojarnos mucho.
Apenas habíamos andado diez kilómetros cuando a la vuelta de una curva se nos presentó
el diluvio universal y nos recordó que no habíamos sido seleccionados para
viajar en el arca y que por lo tanto teníamos que acabar pelados hasta las …
A partir de ahí no volvió a llover. Viajamos por nacional
desde Bayona hasta Breziere viendo como el Pirineo contenía la borrasca.
A las 22h estábamos casi en la costa mediterránea,
durmiendo en un Hotel F1 de Breziere.
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