Delhi, La historia se repite

Al final aterrizamos en Delhi a la una de la mañana. Vamos directos a inmigración a librar el primer escollo,  la visa.
Habíamos sacado en Madrid una visa de múltiple entrada para la India porque íbamos a entrar dos veces,  pero también habíamos leído en algún foro que aún y todo podíamos tener problemas al entrar la segunda vez. Claro, y que como todo en la India,  previo pago se podía solucionar.
Tuvimos suerte e inmigración no puso problemas a nuestra entrada en la India.
La sensación al salir del aeropuerto la misma que veinte días antes,  pero ahora ya nos sabíamos las tretas de los taxistas, de los hoteles y de las agencias.
Salimos decidido a juntarnos con algún otro guiri para compartir taxi a Karol Bagh.  Nos juntamos con dos jovencitas suecas,  les preguntamos a donde iban,  nos dijeron que tenían reservado y pagado un hotel (error) en Paharaganj y aunque no íbamos a esa zona decidimos compartir con ellas.
Tanto Karol Bagh como Paharaganj son zonas llenas de hoteles para guiris, pero mientras que la primera es un poco más cara y mucho más tranquila, la segunda tiene posibilidades de alojamientos muy baratas pero es bastante más caótica.
A la salida del aeropuerto tienes varias manera de ir a Delhi,  metro, bus y taxi.  Por la hora a la que llegamos ninguna de  las dos primeras podía ser, así que optamos por el taxi.  No obstante,  dentro de  los taxis tienes tres tipos, los tuc-tucs que no llegan hasta la terminal, tiene prohibida la entrada con lo que tienes que coger un bus gratuito y acercarte hasta una explanada que hay a las afueras (400 rupias), los taxis piratas ( 400 rupias) y los taxis oficiales previo pago (800 rupias). Para estos últimos, dos historias que contar.
La nuestra,  después de juntarnos con las suecas nos dirigimos a uno de estos taxistas y acordamos las 400 rupias para que nos llevará al hotel TOPAZ que ya tenían pagado las chicas  en Parhangamj. Dijo que conocía el barrio pero que  el hotel no, le dijoe que no había problema por que teníamos un gps y venía indicada la dirección.  Nos dijo que el gps no era necesario por que ya preguntaría él. Pues perfecto,  y nos pusimos en ruta. La íbamos siguiendo con el gps cuando de repente decidió girar,  nos dijo que por ahí por era posible y donde acabamos?  Otra vez en una agencia de Incredible India. Le dijimos que ya conocíamos la historia y nos dijo que solo era para preguntar donde estaba el hotel Topaz. Ok, le contestamos.  La sorpresa vino al entrar,  al igual que la otra vez nos empezó a contar otra historia. El dueño de la agencia nos aseguró que a esa zona no podíamos ir por que estaba cerrada por unas votaciones que iban a haber, pero que no nos preocuparamos que el nos buscaba un hotel.  Según acababa la frase vivimos uno de esos momentos contradictorios en los que no  sabíbamos si reír o llorar. Eran las tres de la mañana, llevábamos casi 15 horas de viaje y nos estaban volviendo a vacilar a la cara.
Después de  una discusión acalorada y no exenta de amenazas,  salimos de la agencia  con nuestro taxista haciéndose la víctima. Manda narices!
Con la ayuda del gps le dijimos donde queríamos que nos dejará, y después de una nueva representacion al más puro estilo indio  de la  indignacion se sacó 100 rupias más por que no teníamos cambio. 

Cuando por fin llegamos al hotel Topaz nos asalto la duda de que hubiera pasado si hubiésemos pagodo las 800 rupias de los taxis oficiales prepago.  Tal vez todo hubiese sido más sencillo y no hubiésemos tenido que pelear tanto después de llegar agotados.

La duda nos la aclararon al día siguientes una pareja de ingleses. Su historia ;
Esta pareja tenia reservada y pagada una habitación con recogida en el aeropuerto,  llegaron a las 9 de la mañana y allí no apareció nadie del hotel.  Decidieron coger un taxi de previo pago y le dijeron que les llevará a esa dirección.  Pagaron las 800 rupias en la taquilla y se fueron con el taxi. Al rato el taxista les indicó que ya habían llegado, se bajaron y vieron que aquello no era su hotel, estaban en otra seudo agencia de turismo. Cuando se giraron para dirigirse al taxista este ya se había esfumado.

Después de esta podríamos contar unas cuantas más historias muy similares pero no vemos la necesidad, para nosotros esta bien claro. Es la rutina de las agencias para captar clientes para sus tours.  Ojo con reservar y pagar hoteles de antemano sin tener muy muy claro donde están ubicados y como llegar.

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