Delhi, ¡sal en cuanto puedas!

Nos levantamos temprano,  queríamos buscar la tienda de renting de motos y  hablar con Lali cuanto antes para cerrar un tema de compra para el año que viene.
Desayunamos y pedimos un taxi desde el hotel y vino en seguida. Le dimos la dirección de Lali,  algo le sonaba porque este tipo aparece en la Lonely Planet,  pero nos costó encontrar la tienda. Y cuando dimos con ella estaba cerrada.
Nos propuso ir a la oficina de turismo y nos pareció una buena idea.  Aprovechar para coger información de cómo movernos por Delhi y ver la manera de llegar hasta la tienda donde nos alquilaban las motos y nos las recogían en Katmandu.
Estaba a las afuera del este  monstruo caótico de ciudad y  no parecía fácil llegar.
Segundo día, segunda sorpresa.  La oficina de turismo a la que nos acababa de acercar el taxista era la oficina de ayer!
Mismo sitio en el que nos dijeron que era imposible encontrar un hotel libre estas fechas, mismo sitio en el que nos dijeron que era una locura hacer la ruta que teníamos pensada,  que era muy peligrosa y que mejor nos  fuéramos con la moto para las montañas y el  mismo sitio que nos tomo el pelo con la reserva de booking. Vamos que no teníamos muchas ganas de volverlos a ver.
No estaba el chico de ayer,  el que nos quiso vender un tour por 700 euros persona para que dejaramos de lado la idea de la moto, con lo cual mejor.
Al nuevo le comentamos lo de Lali, y nos ayudo a contactar por teléfono con el. Una cosa solucionada. Pero cuando le comentamos lo de que queríamos alquilar la moto en Delhi y devolverla en Katmandu nos dijo que eso era imposible.  Discutimos y le dimos el teléfono de la tienda para que le llamara por favor. Hablamos con la persona que nos alquilaba la moto y ¡ tercera Sorpresa!  Que eso no se podía hacer.  Le leímos su mail de confirmación y nos contestó que se confundiria cuando lo envío. Pero eso si, nos ofrecia la posibilidad de ir a las montañas con la moto y luego devolversela en Delhi.  Le dijimos que se olvidará de nosotros y nos pusimos a trabajar un plan b con el falso agente de turismo.
Después de asumir que con lo de la  moto habíamos hecho el primo nos pusimos serios a la hora de negociar la manera de salir de allí. Nos ofreció un tour que hacía nuestra misma ruta respetando la fecha de llegada a Katmandu, pero su primer precio volvió a ser 700 e/pers, pero enseguida apareció algo similar por 500 e y al momento uno low cost por 320 e.
La verdad es que era una buena oportunidad para ver todo lo que queríamos ver, Jaipur, Agra y Varanasi en 5 días  y llegar a Katmandu en la fecha prevista, pero le echamos un ordago y le dijimos que nos reservase un vuelo a Katmandu directo. Que ya no queríamos saber nada de los Indios.
Miró el precio y vimos que eran 160 e pers saliendo mañana.  Cuadraba con el presupuesto,  lo que pensábamos gastarnos con la moto en un avión.
Se le cruzaron los ojos y volvió a la negociación. Conclusión ; un tour a la medida,  respetando nuestros tiempos e incluyendo las visitas, los hoteles, los taxis,  los colectivos y los trenes hasta la frontera de Nepal por 240e persona.
Así fue la cosa que en lugar de colectivo tipo Van nos puso   un taxi particular para los tres días que tardaríamos en hacer la ruta Delhi -Agra -Jaipur (400km) antes de embarcar en el tren.
Salimos pitando camino Taj Mahal (Agra).

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